Identificar las creencias de fracaso: el primer paso para liberarte
- MaryVi Martinez
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura

Muchas veces no es el fracaso lo que nos detiene, sino las creencias que hemos formado en torno a él.
Creencias que no nacieron de ti, sino que fueron sembradas en tu mente por miradas, juicios, exigencias o silencios.
Creencias que te dicen que si fallas, no sirves. Que si no logras algo a la primera, es porque no eres suficiente. Que si te caes, ya no puedes intentarlo otra vez.
Estas creencias no son verdades. Son memorias emocionales atrapadas que actúan como filtros. Te hacen interpretar la vida desde el miedo y no desde tu potencial.
¿Cómo identificarlas?
Comienza por observar tus pensamientos en situaciones donde hay riesgo, cambio o exposición. Algunas frases comunes de creencias limitantes asociadas al fracaso pueden ser:
“Si no lo hago perfecto, mejor no lo hago.”
“¿Y si fracaso otra vez?”
“Siempre me pasa lo mismo.”
“Yo no nací para eso.”
“¿Y si me equivoco y los demás se dan cuenta?”
Cada una de estas frases guarda una herida más profunda. Tal vez la herida de no haber sido apoyado cuando fallaste de niño/a. Tal vez la de haber sido exigido/a hasta el agotamiento. O la de haber sentido que sólo eras valioso/a cuando tenías logros.
Identificar estas creencias no es debilidad. Es poder.
Sólo puedes transformar lo que primero te atreves a mirar.
5 claves para sanar tus creencias de fracaso
1. Identifica tu definición de fracaso
¿Qué significa para ti fracasar?
¿Perder dinero, equivocarte, no recibir aprobación?
Escribe tu definición. Luego pregúntate:
¿Es realmente mía o aprendida?
2. Detecta la voz interna que te juzga
Esa voz que aparece cuando algo no sale como esperabas, ¿de quién es? ¿De un padre exigente, una maestra crítica, tu adolescente herida? Nombrarla es comenzar a soltarla.
3. Cambia tu narrativa
Cada vez que digas “Fracasé”, reemplázalo por:
“Estoy aprendiendo.”“Esto no funcionó como esperaba, pero no me define.”El lenguaje que usas crea tu realidad emocional.
4. Exprésate con compasión
Imagina que una amiga te cuenta lo mismo que tú viviste. ¿Le hablarías con dureza o con ternura? Trátate con la misma compasión. Eso también es parte del camino.
5. Atrévete a intentarlo de nuevo
No desde el deber. No para demostrar nada. Sino porque tu alma aún desea crear. El verdadero poder nace cuando te permites fallar… y aún así seguir.
Sanar tus creencias de fracaso no significa no fallar nunca más.
Significa permitirte ser humano/a, valiente, cíclico/a y poderoso/a… sin que el miedo te detenga.
Deseo que esto te ayude. Estoy aquí si quieres compartir algo.
Con cariño de alma a alma,

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